La democracia es el sistema político que mejor permite a los ciudadanos vivir en Libertad, desarrollar su potencial, y al mismo tiempo resolver sus conflictos de manera pacífica, a través de las instituciones políticas y judiciales. El concepto de la democracia no es estática y requiere de una permanente acción para desarrollarla y mantenerla viva, tanto por parte de los estamentos políticos como de los ciudadanos mismos.
De la misma manera, requiere de una permanente vigilancia para defenderla de tendencias anti-democráticas o prácticas políticas que, no siendo anti-democráticas, la erosionan y corrompen, debilitándola y poniendo en peligro el marco de convivencia de la sociedad. Una democracia sana requiere de elecciones libres; una repartición de poderes que se vigilan y controlan entre sí; un sistema judicial eficiente y operativo, con un muy alto grado de independencia.
Que le resulta indispensable para gozar de la confianza de los ciudadanos; unos ciudadanos permanentemente activos en la vida democrática del país, creando tejido democrático a través del asociacionismo, y siguiendo de cerca las actividades de sus representantes políticos, exigiéndoles que rindan cuentas.
Una democracia sana y desarrollada requiere de un administración pública al servicio del ciudadano, que aplique las normas por igual a todos sin privilegios particulares, pero al mismo tiempo orientada a facilitarle los tramites al ciudadano para que su capacidad de acción en la sociedad no se vea mermada por una burocracia excesiva y des incentivadora. Requiere también de unos mecanismos que impidan y castiguen la arbitrariedad, la corrupción o el abuso de los cargos públicos.
Una democracia sana, requiere de pluralidad política, siendo las tendencias bipartidistas un empobrecimiento de la oferta de ideas para los ciudadanos; requiere también de unos medios de comunicación al servicio del ciudadano, ofreciendo informaciones veraces y contrastadas, unos medios de comunicación donde prime el deber de informar sobre la protección de intereses partidistas o particulares; y requiere de madurez política para que los representantes políticos sean capaces de discrepar sin recurrir al insulto, capaces de debatir de manera constructiva en busca de soluciones, y de llegar a compromisos que permitan a la sociedad avanzar y a los ciudadanos beneficiarse de resultados concretos.
Y por fin, una democracia sana requiere de un sistema electoral justo que compagine la gobernabilidad con la pluralidad del país, y que implique a los ciudadanos en la elección de sus representantes políticos, más allá de la simple elección de un partido político.
El Proyecto de Centro, considera que la democracia española está inacabada y estancada, y lucharemos incansablemente por relanzar y mantener el impulso democrático en España. Nos hemos propuestos crear una Fuerza política, que consiga agrupar todos los grupos de Centro e independientes que unidos por un mismo fin consigamos un Proyecto Político de Centro, democrático, creíble y con la suficiente fuerza y preparación de profesionales, que ayuden levantar a España y ponerla en el lugar que le corresponde.
Antonio Hurtado Moya