No podemos olvidar el actual divorcio
juventud-Sistema Político, porque aunque la democracia es aceptada por los
jóvenes y la Sociedad, la clase política que el partido en el gobierno está
imponiendo como la que el PP, quiere imponer es rechazada, y esta creando la
duda de si ¿la Sociedad Civil, sabe lo que es democracia?, porque viendo lo que
estamos viendo, mas bien parece que vivimos en una dictadura.
Es
decir, los depositarios del futuro no encuentran una sintonía entre los
mensajes que se plantearon en campaña, para solucionar los problemas que
tenemos en Andalucía, y toda España, ni en corto ni a largo plazo, los
ejecutores de tales compromisos, están utilizando unos estilos y unos hábitos,
caducos, mas propios de una dictadura o un gobierno totalitario, que un
gobierno para una sociedad democrática y avanzada.
Esto es así, la juventud, y los pensionistas
es el sector de la sociedad Española y Andaluza, que mas rechaza la prepotencia
en las actitudes políticas, las amenazas y la crispación, la corrupción o la
sospecha de que ésta puede existir cuando se alcanza el poder, un poder mal
dirigido. Nunca la Sociedad Civil ha sido más masacrada, mas privada de toda
libertad y de todos los medios mas esenciales, y necesarios como la Sanidad por
decir una.
La mayor parte de los planteamientos políticos y cambios sociales han
partido de un ideal, para masacrar a la Sociedad Civil y conseguir sus
objetivos. Los desarrollos políticos en Andalucía, como en toda España,
recientes se han movido más en el terreno de pragmatismo que en el de los
ideales, y han tratado de contentar a las fuerzas dominantes de la sociedad y
una parte de la Sociedad Civil, las Juventudes, los pensionistas y las familias
en paro, son los que están soportando las presiones abusivas de una equivocada gestión
política de progreso.
La cotidiana queja de los políticos, en
Andalucía, de la juventud y de una parte muy importante de la Sociedad Civil,
es porque se sienten engañados, estafados, violados todos sus derechos y
explotados por la mafia descontrolada y manipulada sindicalmente de la banca. Siendo
la razón del porque se alejan de ellos, y cada vez confían menos en los políticos
y en el sistema del monstruo, de gobierno creado, con diecisiete autonomías mas
el gobierno Central; sus actuaciones no coinciden con los resultados, pues o
bien practican un doble lenguaje o bien éste es ininteligible; en el fondo esa falta
de entendimiento entre la Sociedad Civil, y la clase política obedece a la
falta de principios éticos de la política o a su insinceridad de fondo.
Muchos podrán tachar de ingenuo el
planteamiento de llevar la ética a la política, o de formular y proponer
políticas éticamente correctas cuando esos criterios éticos pueden no ser
mayoritariamente sentidos como deseables por muchos Españoles en cuanto se
enfrentan con sus intereses materiales. Los que así piensan se olvidad de que
vivimos en un mundo cambiante, donde los valores morales pueden estar
emergiendo de nuevo con fuerza, aparte de que al político también le
corresponde un papel de dirección y de propuestas de mejora de la sociedad.
Ahora bien, la oferta política que puede devolver la claridad al
horizonte político Español y a la Sociedad Civil; su confianza en sí mismo; es
el proyecto político del Partido SCD, puede hacer llegar a sus entrañas el
germen de la ilusión y puede ser una clase política y un artificio electoral,
hábil quizá para restar votos a los demás, pero conseguirá recoger las
aspiraciones populares autenticas y de integrar a la mayoría de la Sociedad Civil,
en una ilusión de progreso, y un futuro esperanzador para la juventud, y las
familias mas humilde.
Hay que comprometerse con la Fuerza Política
SCD y recoger en el programa las aspiraciones y los intereses de toda la
Sociedad Española, de sus pueblos de sus gentes, solo así podemos convertirnos
en alternativa política avalada por el pueblo y con capacidad para gobernar con
honradez con claridad y conseguir un futuro esperanzador para nuestros jóvenes.
Os aseguro que si empezamos todos poniendo nuestro esfuerzo en la construcción de la SCD, como una alternativa política clara, limpia y honesta capaz de suscitar la adhesión de la mayor parte del electorado, seremos capaces de hacer un futuro donde viviremos, con esa paz, justicia y libertad que tanto deseamos y necesitamos para nuestros ciudadanos.
Málaga 07 de Enero del 2013
Antonio Hurtado Moya