PLANTEAMIENTO

  La política no es un patrimonio, o una acumulación de ideas recibidas, sino el  método adoptado por cada grupo social para organizar su propia experiencia teniendo en cuenta la experiencia de otros grupos. Es la aptitud para experimentar y ejercer influencias de acuerdo con un proceso crítico que hace posible establecer valoraciones mediante el análisis y las comparaciones de hechos. La política implica no sólo el conocimiento de una realidad sino la participación vital de la persona. No hay frutos sin una interacción entre planta y tierra. No hay planta sin acción directa entre las semillas, los granos y una tierra adecuada para el cultivo.

Los votos para quien se los trabaja. No hay votos si no hay compromiso activo. El compromiso activo requiere participación: estar para conocer a las personas y sus problemas y hacer que participen para contribuir entre todos para solucionarlos. La inserción de personas del Partido en grupos organizados de respuesta social (Asociaciones, Sindicatos, Patronales, Cámaras, clubs, Coros, Orquestas, Bandas, Peñas, etc.) es de punto necesaria. Esto implica no solo una actitud de aprendizaje de un modo de ser abierto, colaborador, comprensivo y respetuoso con las personas sino también una oportunidad de promoción política personal y del Partido. Como ciudadanos libres debemos ser conscientes de la profunda vinculación que existe entre la participación social y la democracia. Como militantes del Partido, tenemos la obligación de penetrar en la sociedad para enfrentarnos a los problemas concretos que plantea.

La participación social marca el modo de situarse en la política local, provincial, regional y nacional. La presencia social constituye el bagaje ante los electores. De este modo, la promoción política de la persona y del Partido significa la capacitación para presentarse ante los electores. Promoción política significa disponer de conocimientos necesarios para enfrentarse a la problemática de nuestros conciudadanos y contar con la adhesión de cuantas más personas participen en nuestro modo de resolverla. Una campaña de afiliación, es un trabajo delicado, constante y de una sebera información, con el fin de dejar huella. Debemos incorporar a aquellas personas de nuestra comunidad que se puedan enfrentar a sus responsabilidades;  una labor a tomar muy enserio, animando a formar parte a personas preparadas, que en momento dado sepan tomar decisiones. Una campaña es  de capacitación para enfrentarnos con los problemas concretos que nos afectan y para controlar los medios necesarios para resolver los problemas correctamente planteados. Esta participación y esta capacitación suponen una condición para conseguir los votos que nos den el poder.

Si la Democracia implica la asociación y la participación, exige del ciudadano algo más que información y elecciones entre programas y personas; supone igualmente una presencia del Partido en el conjunto de las relaciones sociales; pide, por fin, que cada militante asuma responsabilidades múltiples de gestión dondequiera que esté presente, siendo un ejemplo de honestidad, y de un claro y limpio comportamiento humano y respetuoso con  problemas de la sociedad; sobretodo de la juventud, las familias y los ancianos. Es necesario ir estableciendo grupos de infraestructura electoral en los pueblos, en las pequeñas poblaciones, en los núcleos medios de población, en los barrios de las ciudades, que permitan ir ampliando el horizonte del Partido y elaborando candidaturas para las próximas campañas que se avecinan, con personas que libremente valla ganándose el respaldo del electorado, dándose a conocer y demostrando su capacidad para la responsabilidad que esta, pidiendo que se le conceda.

Estamos en buen momento. Hemos dejado un buen sabor de boca en las épocas que el Centro triunfo, navegamos a favor de corriente, eso será recogida por los medios de comunicación social, La creación de nuevos Comités Locales, provinciales y Federaciones deben transmitir la idea de que estamos vivos y con ganas de dar guerra. De derrotar la corrupción política, el abuso de poder ejercido por cargos públicos sobre los ciudadanos. Demostrar que estamos dispuestos a luchar por la libertad, el respeto, la justicia y la democracia de todo un pueblo, y no patrimonio, de unos pocos como asta el día de hoy.

Empezamos también a ser objeto de observación de aquellos electores que ya tienen elementos relativos de comparación para  enjuiciar el trabajo de la gran persona que implanto el centro en nuestra democracia. Para muchos de estos electores nosotros podemos ser el “recambio” del cambio socialista. Y de la Izquierda Rancia que nos quiere hacer regresar a los años pasados. Aquí también nadamos a favor de corriente. Gracias a la debilidad de la derecha, a la que se le ha dado un voto de confianza y nos están engañando siguiendo una hoja de ruta programada por los Socialista que no permiten que se cambie nada a pesar de estar cada día España más rota y dividida.

No podemos ofrecer solamente el recuerdo y la figura de quien ha sido el líder indiscutible durante años del Centro. Necesitamos disponer de una estructura de Partido potente que se sustenta en una infraestructura electoral eficaz y eficiente en todo el territorio nacional. Es, por tanto, el esfuerzo humano el elemento central que necesitamos como organización política. Necesitamos que ese esfuerzo humano proceda del mismo entorno electoral. Cambiando totalmente el sistema político, tenemos que potencial las lista abiertas y que cada candidato demuestre ante el afiliado su capacidad de trabajo y su preparación profesional.

Existen también dificultades que conocemos muy bien. Dificultades económicas, poca influencia en la política de nuestro entorno, recursos humanos escasos, dificultades en la transmisión de nuestra acción política. Tras las elecciones esta carga se habrá suavizado. Y en estas condiciones tenemos que procurar de crecer. Sin prisas pero sin pausa. Conscientes de que lo que queremos exige sacrificio en términos de nuestro tiempo, de nuestra experiencia y de nuestro dinero. Solamente nuestro esfuerzo y el de los que nosotros vayamos incorporando al Partido puede ayudarnos a superar estas dificultades. No queremos subvenciones del estado, queremos ser nosotros los que saquemos adelante con nuestro esfuerzo, el proyecto político con el que pensamos mejorar el bienestar de la Sociedad Civil.
La campaña  tiene un único pilar; el esfuerzo humano que hemos de exigirnos; esfuerzo que refleja una inquietud social, verdadero reflejo de una aptitud política. Sin este componente personal nuestro proyecto político seria irrealizable. Es el elemento personal el que reduce a real lo teórico convirtiendo lo sumamente difícil en realizable. La situación es muy difícil, pero no imposible de cambiar, si todos los que estamos vacunados contra la corrupción y la ambición de poder nos unimos en una piña, y con una sola idea, recuperar la libertad y el prestigio de España.

Es absolutamente necesario que las personas que estén dispuestas a ejecutar la campaña  conozcan perfectamente el medio en el que han de proyectarla; y no se trata de un conocimiento teórico sino que tiene que ser real, de proximidad cotidiana, no han de ser extraños. Se trata más bien de incorporar al Partido a las personas que pertenecen a ese medio, y la información tiene que ser clara y remitida a todos los participantes para evitar equivocaciones, y la creación de topos que produzcan distintas galerías de información creando así desconfianza en las bases y credibilidad de la Sociedad Civil que nos siga. La actividad política en los núcleos rurales se caracteriza por ser predominantemente oral y no escrita, simple, basada en el sentido común, tradicional y poco evolucionada técnicamente. Otros rasgos son el énfasis sobre lo práctico, por encima de lo cómodo o ideal, tener rígidos moldes morales, etc.
Málaga 30 de enero del 2013
Antonio Hurtado Moya