Algunas veces yo me asombro, con qué facilidad, hay personas que se
rasgan las vestiduras cuando se habla, de divorcios, de aborto, de que se está
atacando a la iglesia, como si esta fuera la causante de lo mal que lo están
pasando muchas familias en nuestra querida Andalucía.
El motivo de la
crisis de la familia desde hace varios años está en que el amor también está en crisis, que el
respeto humano está en cris, y que la libertad está en crisis El número de
matrimonios que se van a pique crece por día, y por dos motivos fundamentales:
Las facilidades que
les da la vigente Ley del Divorcio, del aborto y por otro lado, porque los
cónyuges no han sabido, construir un proyecto en el que los hijos fuese la razón
principal de su unión, al margen de los sentimientos que pudiesen existir entre
la pareja.
Cuantas parejas se
han acercado al altar con la creencia de que el amor es un fuego fatuo capaz de
emborrachar de sensaciones placenteras el resto de la vida. Consideran al
matrimonio como un estado que les produce: cuidados, placeres, recompensas. No
hay deseo alguno de cumplir la frase tan repetida de "contigo pan y
cebolla", así que se desmoronan en cuanto aparecen los problemas, la rutina,
en cuanto desmitifican las relaciones sexuales o se dejan aplastar por la carga
de los hijos. La solución a estos problemas es divorciarse, para eso
tenemos una ley maravillosa, que si la hubiese establecido la Iglesia, seguro
que no la aceptaríamos, sin poner reparos y pensaríamos en nuestros hijos.
El hombre actual no le falta de nada, pero
carece de lo principal. Carecemos de sentimientos humanos, de respeto humano. En
nuestra sociedad consumista, quien tiene riquezas y dinero, casi todo lo tiene
ya, al alcance de su mano, sea cualquier capricho o antojo. No hay barreras y
se dan amplias facilidades crediticias para adquirir casi todo.
No obstante lo dicho,
se tiene la común experiencia y se constata a menudo, que pese a tantos
incentivos y reclamos, en general la gente no es más feliz que la de otras
épocas donde no teníamos leyes que nos
permitían romper una familia y destrozar el futuro de los hijos, ni permitan el
aborto de seres vivos. Eran épocas en que los padres y los hijos Vivian juntos,
sus bacas flacas y sus bacas gordas. Hoy los hijos son de las guarderías y de
los abuelos, y los que no tienen de la calle los más afortunados de los abuelos...
¿Cuál es la causa de esta generalizada frustración?
Me atrevo a decirlo
sin ambages ni rodeos. La gente no es feliz porque no busca ni ha encontrado a
Dios, el único capaz de satisfacer las apetencias infinitas de amor y felicidad
que alberga el corazón humano.
Creo que no hay que
darle más vueltas. O buscamos a Dios para que él nos llene de su paz y
felicidad o nos quedaremos con la mayor carencia de la vida. Vivir sin Dios. La
agitación propagandística de la Izquierda, atacando a la Iglesia, a la formación
religiosa, a la enseñanza de la ética, la moral, su ceguera y su odio, forman
una semilla que al crecer se alimenta
atacando a todo vicho viviente que no esté de acuerdo con ellos.
atacando a todo vicho viviente que no esté de acuerdo con ellos.
Ha podido focalizar
durante un tiempo la atención de la opinión pública, pero finalmente ha
sucumbido ante la grave realidad de los últimos datos económicos, en los que se
reflejan los verdaderos problemas que están
teniendo las familias españolas y aunque la nieguen empieza a ser preocupante.
¡Qué pena el mundo
que nos rodea! ¡Qué ejemplarizante para nuestros hijos la imagen de todo lo que
ocurre a nuestro alrededor! Nadie, nadie se da cuenta de lo mal que llegamos a
estar. Si eres de derechas, eres un facha un dictador. Si eres de centro, lo
mismo. Si eres de izquierdas, un rojo un comunista despiadado. ¿Y qué somos
entonces?, me pregunto.
Da auténtico asco ver
la vida política, social y económica. ¡Qué clase de ejemplo estamos dando! Los
jóvenes, no todos, están subiendo con un desaire a la sociedad no conocidos hasta ahora. Se ha perdido el
respeto prácticamente por todo.
El lema de la
izquierda dice: "motivos para creer " y yo digo, creer pertenece a la
fe. Creer es dar por cierta una cosa que no está comprobada o demostrada. Para
creer en algo o en alguien, hace falta tener datos (razones) objetivos que
sirvan de cimientos para la fe en lo que se nos propone, ¿qué razones tenemos
para creer en las promesas de estos partidos de izquierda o derecha, que
durante cuarenta años nos han tenidos engañado, prometiendo muchas cosas para
luego no cumplir ninguna?
Las familias,
necesitan apoyo de los gobiernos, de la iglesia, de los medios de comunicación,
las familias necesitan recuperar su destino, y este es participar en el desarrollo
de la nación, en el progreso de los pueblos, y de la forma que lo estamos
haciendo, solo conseguiremos hundirnos y fomentar el odio, entre personas, hoy
el malo es el hombre, mañana es la mujer, hoy molestan y es una carga los
niños, mañana serán los ancianos, los que estorben, al final en que nos convertiremos.
¿Dónde está el amor? ¿Dónde está esa persona que te secara el sudor con cariño
cuando estás dando a luz? ¿Dónde está esa mano que te ayuda ave verte un vaso
de café cuando te tiemblen las manos y no puedas? ¿Dónde está esa persona que cuando
está enferma te tapa para que no pases frio?
La Familia, es algo más,
que una pareja para hacer sexo, o para acompañarte a un bar de copas, o para
que te obsequie con un regalo a cambio de un revolcón, Cs, conseguirá organizar
el gobierno y la sociedad, consiguiendo abrirnos los ojos, para que nos demos
cuenta, que Andalucía ni España no progresara si la familia no está unida, si
no conseguimos ver los parque llenos de bebes, jugando con los abuelos. Es una
pena que las familias lleguen a lo que han llegado, llenar los parque de
perros, y convertir a las ciudades en estercoleros, con un pestazo a pipi de
perros, que en algunas calles hay que taparse la nariz para poder cruzarla.
Para esto Dios no creo al hombre y a la mujer, los creo para que formen una
familia y se reproduzcan llevando el mundo al progreso, recuperemos a las
familias, confiemos en Cs.
Málaga 03 de
Septiembre del 2015
Antonio Hurtado moya