OPURTUNIDAD PARA UN CENTRO DEMOCRATICO


Aunque parezca raro, ha sido en esta intolerante época donde se inventó el termino político de Centro Político,  allá en los comienzos, del año 1981 /1982 de este siglo, cuando un grupo de ilustres personas alumbraron el Centro Democrático y Social, bajo la tutela de la  Constitución Española, y con un solo propósito que la izquierda y la derecha no  consiguieran apoderarse del poder político y tuvieran sometidos a los españoles bajo su yugo, privándonos de libertad, de la moral y la dignidad de ser humano, hasta el extremo de tener la bandera española, oculta como si fuera una vergüenza, exhibirla, en parte del país.

Lo que ha pasado es que esa vieja y arraigada tradición de Centro  que podía haber sido, una especie de tercera España, ha tenido mala suerte política. Porque para impedir su crecimiento se apropiaron del Centro sumando a sus siglas, por ejemplo Centro Izquierda y Centro Derecha. Se pusieron de acuerdo para borrarnos del mapa. En la reciente transición ha habido tal profusión de partidos  o de mistificaciones de Centro, que nadie daba un duro por esa etiqueta, a pesar de pertenecer a las mismas personas muy dignas y relevantes, pero electoralmente no funcionaban.

Ahora, con la integración de Cs, en  el terreno político de mano de Albert Rivera, un señor, con la ideas muy claras de lo que queremos los Españoles, pero un poco  confundido como nos ha podido demostrar, porque más bien de mantenerse en el centro obligando a negociar a la izquierda con la derecha, se ha inclinado por apoya a la izquierda, no consiguiendo nada y además confundiendo a su electorado. Y a cuantos confiaban que con Cs podíamos conseguir centrar la política española tan dañada últimamente.

Por primera vez, en España, un gran motor electoral, un partido fuerte, que se promete, y puede ser la alternativa contra el poder del PP y del PSOE, es el Centro, Cs, si consiguen ponerse de acuerdo, los partido de Centro divididos, y  que unidos formarían, un grupo de profesionales, jóvenes  decididos conseguiríamos otras formas de poder real. Es la gran oportunidad de arraigo de la tradición de Centro Progresista  en la sociedad española.

Sé que muchas de las mujeres y hombres han votado a otros partidos. Pero aspiramos a que nos voten, porque en el programa del Cs, se recogen sus autenticas aspiraciones de modernidad, progreso, justicia y paz, los Andaluces, los Españoles, estamos hartos de que nos utilicen y exploten en beneficio de otros. Ya no pueden ocultarnos, la corrupción que están sufriendo todas las instituciones del estado por culpa de una mala política, ejecutada sectariamente y no en beneficio del ciudadano español.

Cs, encabezada por su Presidente Albert Rivera implica,  mucho más que unas siglas, un liderazgo o una organización. Es un pensamiento político que supone; tolerancia, lo que significa reconocer el derecho de los otros a la discrepancia; coraje cívico, lo que representa defensa a ultranza del principio de la soberanía del pueblo, y la moralidad, con toda la humanidad y sobre todo con los que más sufren, cualquiera que sea su raza o filiación política.

Por eso  Cs, como partido político, se propone luchar para lograr una posición política firme, para favorecer la operatividad del pluralismo social y político, para asegurar la estabilidad de la democracia y la libertad de los Andaluces y de todos los españoles, para lograr que los principios recogidos en la Constitución sean reales en la vida diaria de todos los ciudadanos de España, mujeres y hombres.

Las esperanzas están puestas en  Cs, y como decía Jacinto Benavente, “me basta con que sean jóvenes para que me interesen” no defraudemos al ciudadano que tiene las esperanzas puestas en un Partido de Centro Democrático. Consigamos todos los líderes de Partidos de Centro, que se han visto relegados por la mala gestión de unos, confundidos por otros y por intereses propios nos han llevado a esta situación.

Por eso os pido vuestro apoyo para que consigamos cada día mas  afiliados al  Cs.
Málaga 9 de abril del 2016

Antonio Hurtado Moya