LAS MENTIRAS TIENEN PATAS CORTAS
Málaga 11 de Mayo del 2011
Me da pena, cuando en el Facebook, se permiten algunas personas, ocupar el tiempo en ofender e insultar, a las personas que de una forma u otra, tratamos de ayudar para salir de la situación en que los miembros de la organización presidida por Francisco Cabra nos tienen metido. Leyendo el artículo Publicado en el “MD” por mí amigo y compañero Cesar Román, destaco algunas de las cosas que se destacan por su clarísima y documentada expresión.
No entiendo, que más bien de buscar la unión de los afiliados de Madrid, trate de justificar su pésima labor, al frente del CEN que utilizaba el Señor Cabra, como simples mayordomos de una Finca de Señoritos adinerados. Cuando me pongo a leer su extendida carta, desde luego queda demostrado que sabe cómo engañar a las personas; yo lo veo vestido de Pinocho, y se le alargaba espectacularmente la nariz.
Tiene talento para camuflar la verdad, pero al final se le pillara casi todas sus mentiras. Y no todas, pues sabido es que, tiene quien le aguante el capote, y cuando se vea perdido, se justificara, bajo la versión "yo no sabía nada y me enteré por la Prensa", de algunos pequeños asuntillos que llevaran a francisco Cabra a tener que justificar ante un Congreso; no de cuatro amigotes, sino de 500 compromisarios de toda España, entonces sabremos de que pata cojea cada uno. Lo reitero y no me pesa tenerlo que decir, aunque se me acuse de ser poco democrático, el CDS, no es propiedad de nadie, es de todos los afiliados de España, con sus defectos y con sus errores, tendremos unos Estatutos, que todos respetaremos, y un Presidente, un Secretario General y una Junta Ejecutiva Nacional, elegida democráticamente por los compromisarios electos.
Don Francisco Cabra, sin embargo, era una persona con buenas intenciones, no me ruborizo decirlo, en comparación con muchos miembros de su equipo. Con el agravante de que éste no defiende la libertad o intenta evitar un sonrojo matrimonial. Sólo utiliza la mentira como argamasa del Poder, como arma masiva para sus compatriotas. Y, aún peor, cuando le descubren actúa como el embustero perfecto, el que niega hasta la muerte sus embustes. Se dejó convencer y empezó a barrer y expulsar todo el que le estorbaba, mostrando su parte más democrática, con ofensas, insultos y descalificaciones; pero hay estaban los que hoy se rasgan las vestidura, esperan ¿Qué esperaban?
Cuando algunos proclamamos por los medios que tenemos y nos dejan utilizar, que El CDS, es un partido de Centro-Liberal y Progresista, que es un partido joven con un proyecto serio, con el respaldo de una mayoría de jóvenes, que sueñan con un futuro nuevo y sin amarraduras, y con unas fuertes condiciones de terminar con el destrozo que los partidos de izquierdas están haciendo de España. Con el consentimiento de un partido de Derechas destrozado por las indecisiones y guerras internas por el poder. Un caso parecido al nuestro. Se burlan y nos ofenden, unos dicen que somos mormones, otros fachas, otros que somos de extrema derecha y en algunos casos dicen que somos de la santa inquisición y no del CDS. No puedo creerlo, cuando lo leo en el Facebook. ¿Donde hemos llegado Dios mío?
Es imposible creer, que viviendo la crisis que vivimos, teniendo los problemas que tenemos con el paro, la violencia y el hambre que estamos pasando, que se está viviendo diariamente, aun allá personas que se limiten a insultarnos, a ofendernos ¿porque? queremos buscar una solución a este horrible problema, creado por el Gobierno del Señor Zapatero. El Partido necesita crecer, el partido tiene que olvidar los personalismo, en los cargos, hay que crear un grupo presido por un presidente y apoyado por un CEN, ayudado por una Comisión de Ponentes, que organicen un Gran Congreso Nacional, en regla; dejemos las precariedades, dejemos los cargos temporales, para organizar las cosas, estamos hartos de medias tintas, hay unos Estatutos que modificar, y hay un montón de órganos del partido que brillan por su ausencia, y tenemos que crearlos legalmente y no a capricho de dos amiguetes.
De los casi treinta años que llevo en el CDS, lo peor lo estoy viviendo en estos últimos años, no por las mentiras, descritas y denunciadas por quienes esto de la moralidad pública les importa algo, y disculpadas por quienes lo que les importa es que gane Francisco Cabra, Fabián o Fatima. Lo peor, ha sido el último espectáculo, que han formado para que no se puedan presentar las listas del CDS, y resulta, que los causantes, han sido Cabra, Fabián y Fatima, según un miembro del CEN, ¿Dónde estaba el Secretario General? ¿Dónde están los poderes de los miembros del CEN? ¿Dónde estaba el asesor jurídico? ¿Estos señores no han podido evitar este desastre? En el CDS, ¿no existían órganos de dirección? Para ocuparse de esos menesteres, tan importantes dentro de un Partido Político.
Y Francisco Cabra, como mi amigo Fabián, no mintieron más, porque no los dejaron. ¿Porque ahora nadie se pregunta por esas siglas que han aparecido y con las que se han presentado a las elecciones? ¿Cuántos grupos de Centro han aparecido como setas en el campo? A los verdaderos miembros del CDS afiliados, antes o después de la guerra, no solo nos han dejado tirados, sino que encima nos critican y nos insultan, épocas duras hemos pasado en el CDS, pero esta que estamos pasando es la que más puntos se lleva.
Por mucho que lo pienso no entiendo que está pasando,¿ porque actuamos de esta forma?, casi una tercera parte de la ciudad, está en quiebra, más de cuatro millones de padres de familia parados, llorando porque no pueden darle de comer a sus hijos; Como, jóvenes que están perdiendo sus viviendas por no poder hacer frente a las hipotecas, y el ciudadano no responde, tenemos la ocasión de tener un Partido de Centro, que podía haber sido una acción política con fuerza, para ser la bisagra entre los dos partidos ganadores, restándole fuerzas a los Nacionalistas e Independentista, y ser una potencia fuerte para luchar por la mejora de nuestra situación lamentable; y perdemos la ocasión en chuminadas y chirigota das que nos llevan a la descalificación, dejándonos fuera y divididos en grupos minoritarios.
Antonio Hurtado Moya
