¿CÓMO TERMINARA QUEDANDO ESPAÑA?

¿Cómo terminara quedando España?
Málaga 30 de Junio del 2011
Trato de dar respuesta a la cuestión de qué ocurriera en esta sociedad cuando bajos índices de natalidad, y envejecimiento, de la población se junta con una inmigración incontrolada. Yo creo que Europa, dada su debilidad, tendrá que jugar, en el futuro, un papel en los asuntos mundiales, más serio. España no se escapa de su análisis y deja constancia de su fracaso en las relaciones con Europa.

El contexto sociocultural que estamos viviendo, es motivo para reflexionar sobre las singularidades que aquejan a España y que no comparte con ningún país de Europa, lo que hace de su situación algo particularmente grave. En España, después de bastantes años de aprobarse una constitución democrática, el modelo de estado sigue sin cerrase, lo que se ha traducido en una dinámica de descomposición. De la democracias y las libertades. En un arrebato de originalidad se puso en práctica un modelo excepcional en el constitucionalismo comparado.

El "estado de las autonomías". Su materialización ha consistido en ir desposeyendo, paulatinamente y sin pausa, al Estado de sus competencias, creando a la vez fronteras interiores basadas en exclusivismos artificiales y en diferentes niveles de bienestar. Hasta el extremo que hoy no tenemos Estado, pero si estamos divididos y controlados por gobiernos totalitarios y corruptos. En su mayoría, que han llevado a un endeudamiento, jamás pensado, permitido por un gobierno sectario y con ninguna capacidad para gobernar, mutilando a la justicia y a muchas instituciones del Estado.

España es el único país de Europa con un terrorismo propio, de carácter secesionista, donde sus miembros y simpatizantes están en las instituciones del estado y reciben ayuda de los presupuestos públicos. Gracias al apoyo recibido del propio Gobierno y de la mayoría de los Diputados del Congreso, que cuando no les interesa miran para otro lado, sabiendo el daño que le están haciendo a la libertad y democracia Española. En España, se relativiza, o se niega el concepto de nación, impulsado por grupos minoritarios, de política que permite a las minorías independentistas resortes políticos que cualquier estado con un mínimo sentido de la supervivencia no osaría considerar, ni tan siquiera en tono de broma.

Y, sobre todo, existe un hecho de enorme importancia social: el pueblo español cree que vive en una democracia consolidada. Las "élites" políticas españolas trasmitieron al pueblo que se había terminado con éxito la "transición política" y que todos se habían convertido en "demócratas de toda la vida". Se había conseguido un hecho espectacular, lo que otras naciones habían tardado siglos en alcanzar, España lo había conseguido en una década prodigiosa.

Se instaló en la opinión pública la certeza que era madura y estaba bien informada, que había una clase política experta y con sentido de estado, que funcionaba la separación de poderes y actuaba como la fortaleza de la democracia, dado el vigor y prestigio de sus instituciones. Todo era una falacia. Todo lo contrario, el Gobierno Socialista, como ya hizo en otra ocasión, ha convertido la democracia, en una dictadura selectiva, permitiendo a los Nacionalistas, chupar la sangre a los Españoles, montar sus propios chiringuitos, recolocar a sus amigos y fieles servidores, a costas del hundimiento y del desprestigio de España y llevándonos a que más de cinco millones de parados estén sus familias pasando hambre y necesidades; necesidades que gracias a Caritas, la Iglesia Católica, que tanto rechazan y tratan de desprestigiar; está cubriendo con mucho esfuerzo, pero con mucho patriotismo y respeto al ser humano, sin discriminaciones de razas ni religiones.

Un largo periodo de crecimiento económico y bienestar material enmascaró durante años, pero todo se acabó. El fin de los sueños se produjo el 11 de marzo de 2004. Un ataque, de acción terrorista, iba a poner de manifiesto la enfermedad terminal que aquejaría a España. La sociedad lo encajó como un "atentado", un hecho al que estaba acostumbrada por las innumerables acciones de ETA y. Empieza con el estupor e indignación, sigue con las condenas, las manos blancas a continuación y, después, el olvido.

Pero esta vez, el ataque era de carácter "apocalíptico", no era "selectivo" como los anteriores. Tenía un objetivo claro, destruir España como actor estratégico. Los casi doscientos muertos y los cientos de heridos, efecto material del ataque, sólo eran el catalizador para alcanzar los efectos estratégicos, los terroristas habían finalizado su trabajo. Los creadores de opinión pública y la puesta en práctica de una política diferente se encargarían de materializar esos efectos.

El pueblo español se encogió. No había sido casual que España fuese elegida como blanco. La debilidad de sus instituciones y la vulnerabilidad de su opinión pública, la hacían pieza adecuada para asestar un duro golpe al mundo occidental, suprimiendo a uno de sus peones. A partir del 11 de marzo de 2004, España desapareció como actor estratégico y se volvió hacia sí misma, Una ola de "patetismo" invadió el país. La fabricación de "diferencias" entre regiones se acentuó, "la España plural", a la vez que la Constitución se adaptaba convenientemente a las circunstancias. Y caprichos de la nueva política.

Se apeló a la "memoria histórica", como si de la Guerra Civil al posmodernismo de principios del siglo XXI no hubiese ocurrido nada, y se articuló una política de "ampliación de derechos" que no era más que ingeniería social... Hoy se conoce dicha verdad, pero poco se sabe de quien ordenó el ataque y a quien benefició en el ámbito internacional. La opinión pública, dirigida por su clase política y por los medios de comunicación. Participaron a que unos pocos, ambiciosos de poder, ocultaran la verdad y nos llevaran a la ruina que hoy vivimos, error que estamos pagando caro los Españoles.

Europa está enferma. El bajo nivel de natalidad y una inmigración descontrolada, es un cóctel letal para el ser europeo y para cualquier sociedad. España sufre esa enfermedad y, además, su propia deriva centrífuga, que puede acelerarse al ampliarse las desigualdades sociales por la crisis económica. El Gobierno empeñado en terminar por dividir y destruir la España que conseguimos con la transición, no reconoce su fracaso, y adelanta las elecciones, para que el pueblo elija otro gobierno que le ayude a terminar con esta desgracia, se empeña en agotar le legislatura, y todos nos preguntamos: ¿Qué desea hacer que el pueblo, que este indignado hasta el extremo de regresar a tiempos que todos tratamos de olvidar?

La sociedad está enferma, y su mediocres, clases políticas, son incapaces de encontrar el tratamiento adecuado ya que, sin excepciones, se embarca en una huida hacia delante, y evitando las referencias éticas. La clase política, culpan a Zapatero, culpan a la izquierda, pero yo, los culpo a todos, nadie hace nada, todos miramos a otro lado, mientras los terroristas y separatistas, ganan terreno que será muy difícil, quitar, por una razón muy sencilla, quien lo puede hacer es la Justicia, y está politizada, y no tiene poder de decisión. Vamos que no las respetan ni las fuerzas del orden, porque las decisiones las toman los políticos, han perdido su independencia, han perdido su poder.

Si no se reacciona, todo hace indicar que tendremos que empezar una segunda transición y los ciudadanos exigir un nuevo talante político, en la clase política de España. Por eso estamos proponiendo a un Partido Político con sangre nueva y con un proyecto moderno, el” CDS” somos muchos Partidos de Centro que unidos con esta siglas, pueden darle un vuelco a esta España herida y dañada, por la clase política, sectaria y partidistas, que se han aprovechado de las flaquezas del gobierno Socialista para llenar sus arcas y apropiarse de lo que es de todos los Españoles.

Antonio Hurtado Moya