NO BASTA DENUNCIAR CUANDO SE HA DEMOSTRADO LA PROPIA INCAPACIDAD DURANTE TANTOS AÑOS

Dicen que Rubalcaba, como combatiente herido, derribado pero no rematado, se ha visto en la necesidad de llamar a todos a la calle, sindicatos y todos los indignados, republicanos de izquierda; para librar su personal batalla, con el fin de justificar su propio fracaso y del gobierno donde a ocupado una gran responsabilidad, acusando al Gobierno del PP que trata de recuperar de las cenizas la dignidad de España; mas bien de ayudar quiere “sumergir a la sociedad en una enorme ola de pesimismo” .¿Quién no contrasta de un modo aquilatado la mentira instalada en todos los frentes de un modo insoportable y mezquino?

Resulta, sin embargo, ominoso comprobar cómo el mismo que nos ha arrojado a la calle y puesto a la intemperie, a mas de cinco millones de familias, demande ahora rebeldía, orgullo e impaciencia; pretenda hacer de la tierra quemada un lugar de “salvación” para recobrar la dignidad humana; que durante mas de siete año nos la ido quitando, hundiendo, moral y económicamente asta llevarnos donde estamos, con mentiras y falsas promesas. Reclame, ahora, con vehemencia nuestro favor y ayuda para devolverle al poder que siempre tuvo y que no quiere perder.

La historia reciente de España representa el optimismo de hacernos crear la existencia de una fuerza Política de Centro que nos permitirá salir de la tragedia; el hombre está en estos momentos predispuesto para que todos los grupos políticos de Centro se unan en una Fuerza política, de mayor desarrollo, y peso político a pesar de las dificultades. Con lo que formaríamos una tercera fuerza política que ayudara a España a salir de la situación en que estamos, y que la luchas entre los partidos, PP y el PSOE no solo no ayudan, sino que entorpecen las buenas relaciones entre los Españoles, dando motivos para que los Nacionalistas se aprovechen de la situación en su propio beneficio.

Los casi seis millones de hogares sin ningún ingreso y el drama del desempleo en España deben estimular cualquier actuación ajena a movilizaciones o crispaciones sociales que produzcan un mayor malestar. Más que nunca se precisa la disciplina del esfuerzo y la educación en la austeridad, denunciando la avidez y codicia, la espiral desatada en los pobres por querer ser ricos, en una sociedad que en la medida que incita a la abundancia y al desenfrenado deseo de bienes materiales invalida el trabajo y el gusto por la sobriedad y la honradez.

La vía dolorosa de los recortes del Gobierno se ha convertido para muchos en un nuevo pretexto para incentivar la agitación y el salir a la calle, obligados como están por cargos obscenamente remunerados. Son demasiados los años que llevamos viviendo en la impúdica confianza del derroche y la envidia igualitaria, en la psicosis colectiva de vivir por encima de nuestras posibilidades, sin un mínimo consenso en torno a los valores, con políticas de malversación y despilfarro como animales ávidos de riquezas; demasiados los años de insensibilidad y degradación, de pérdida del sentido de la orientación moral, de incapacidad para distinguir el bien y el mal.

Pero para salir a la calle hay que anunciar “algo nuevo”, presentar un Programa político de Centro con un proyecto nuevo, que le de nuevas esperanzas, al autónomo, al mediano empresario y al trabajador; tienen que ser un programa con reformas creíbles y necesarias para evitar el exceso gasto del gobierno, anular y cancelar todos aquellos organismos que estén duplicados y que no sean necesarios para los servicios esenciales del pueblo, reformar los gobiernos autonómicos, quitar las diputaciones, trasferir al Gobierno Central, la Enseñanza, la Sanidad la Justicia, y todo lo que sea responsabilidad de nivel nacional y de interés general, reformar todo lo que sea renovable con tal de que España recupere la libertad y la dignidad perdida por culpa de los abusos y la corrupción.

Málaga 02 de Mayo del 2012

Antonio Hurtado Moya