Texto del Filosofo Griego Aristóteles, escrito en el
año 360 A.C.
“Nadie es dueño de tu felicidad, por eso, no dejes tu
alegría, tu paz, tu vida en las manos de nadie, absolutamente de nadie. Somos
libres, no pertenecemos a nadie, y no podemos querer ser dueños de los deseos
de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea.
La razón de tu vida eres tú mismo. Tu paz interior es
meta en la vida. Cuando sientas un vacío en el alma, cuando acredites que aun
te está faltando algo, aun teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus
deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en ti.
Deja de situar tu felicidad cada día más distante de ti!
No coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a
tu alcance hoy. Si andas preocupado por problemas financieros, amorosos o
relaciones familiares, busca en tu interior la respuesta para calmarte, tú eres
el reflejo de lo que piensas diariamente.
Deja de pensar mal de ti mismo y sé tu mejor amigo
siempre! Sonreír significa aprobar, aceptar, facilitar. Entonces, habrá una
sonrisa para aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor! Como una sonrisa
en el rostro, las personas tendrán las mejores impresiones de ti, y tú estarás
afirmando para ti mismo, que estas “próximo” para ser feliz. . .
Trabaja, trabaja mucho a tu favor. Deja de esperar la
felicidad sin esfuerzos. Deja de exigir de las personas aquello que ni para ti
has conquistado aún. Critica menos, trabaja más. Y, no te olvides nunca de
agradecer. Agradecer todo lo que está en tu vida cada momento, inclusive el
dolor. Nuestra comprensión del universo, aún es muy pequeña para juzgar lo que
quiere que sea en nuestra vida. La grandeza no consiste en recibir honores sí
en merecerlos.”
Es una pena, que en el siglo XXI, seamos esclavos de
nuestros errores, de nuestras ambiciones, pereza y tibieza ante las necesidades
naturales del ser humano. Carecemos de libertad, de respeto, de gestos
humanitarios y solidaridad; somos dominados por nuestras propias debilidades y
nos estamos dejando llevar por la ambición y el egoísmo de unos pocos,
corruptos que ciegos por el poder no ven el daño que están haciendo a España y
se están haciendo así mismo. O despertamos y cambiamos, ocupándonos de nuestro
futuro, o seguiremos siendo esclavos, del poder económico y político de unos
pocos ambiciosos y crueles sin escrúpulos.
Málaga 31 de marzo del 2013
Antonio Hurtado Moya