CANALILLOS MARGINALES

Por muchas que sean las derivaciones y canalillos marginales que sangran y dispersan el pensamiento laicista, desde que se rompió la mansedumbre ortodoxa de la Cristiandad, es evidente que hay un eje central que prima sobre toda otra característica y que se define con las  palabras: inmanentismo, antropocentrismo. O sea, para hablar sin pedantería: formas varias de prescindir de lo sobrenatural y centrarlo todo en el  hombre y en su propia naturaleza.

Ya sé que hay una especie de sub-esquema ideológico y filosófico que se entretiene en complicar las corrientes mentales y presentarlas, con mucha decencia académica.  Así por ejemplo, el Renacimiento se supone que da lugar al humanismo clásico y que luego el romanticismo reacciona contra esta posición. El esquema básico, el eje central, es perfectamente recto y continuado: el hombre se queda sin Dios, sin sobrenaturalismo, y ya no hace más que dar vueltas sobre sí mismo como un pobre desvelado que ha perdido el sueño.

Todas esas posturas mentales, aunque a veces parezcan un diálogo, no son más que el monologo del ateísmo. No hay reacción posible, porque el nombre solitario, prisionero en su propia inmanencia, no puede reaccionar contra nada que no sea el mismo. Toda doctrina puramente laica y humanística tiene a su puerta, por independiente que parezca su pelotón de fanáticos e incondicionales. Y creo que el que se distrae historiando el pensamiento contemporáneo según otras complicaciones, se ofusca y pierde su verdadera lógica.

 Es interesante para comprenderlo fijarse por ejemplo, en lo que ahora le pasa a los Ciudadanos en España, estamos deseando tener una Fuerza Política en la que podamos confiar en   para terminar con los conflictos creados por el PP  el PSOE y los besugos Nacionalistas, que quieren destruir a España. Se consigue formar un partido  (SCD), con el respaldo de los partidos Liberales, de Centro y otros grupos que coinciden en la misma idea, y ¿que pasa?, los liberales, los de Centro y la mayoría de grupos minoritarios, como no les dan la partitura que querían, prefieren agarrarse como lapas, a otros partidos como el PP, el PSOE, formar otros grupos minoritarios, o en el UPyD, incluso en IU un partido totalmente caduco, en sus ideas y proyectos. Antes de respaldar y unirse a un partido como la SCD. Con un proyecto nuevo, pero como  el hombre es libre de pensar como quiera; la conciencia y el pensamiento no tienen que dar cuenta a nadie.

Es ya vieja historia esta del fanatismo y el dogmatismo de los laicos. Ya le ocurrió a un gordo y famoso marxista español que fue llevado, en plan de iniciación, a una logia masónica. Oyó las detalladas amonestaciones, los juramentos y promesas; asistió a los ritos esotéricos. Al salir a la calle se limito a comentar: “Prefiero la misa”. Realmente es maravilloso que  después de algunos siglos de pensamiento y tradición católica no haya hecho mella en España, tan profunda como para haber superado dicho tabú. Porque echarle agua bendita a un trozo de tierra podrá parecerle algunos una superstición. Pero a mí me parece más supersticioso  derramar lágrimas y sangre de inocentes. No creo que el humanismo laico a partir del renacimiento haya alcanzado su máxima expresión.

El pobre, el trabajador se ha visto bastante acorralado por el cambio político  con la falsa promesa y el libertinaje,  ejercido por la prensa en apoyo de un gobierno que no solo ataca a la libertad del ciudadano si no que lo utiliza para su propio interés y para mantenerse en el poder a costa de la ruina de España. Salimos de Herodes y entramos en Pilatos, la Sociedad Civil, resentida y afectada con más de cinco millones de parados y un monto de empresas cerradas y millares de desahucios de jóvenes matrimonios. Deciden votar al PP, esperanzados de que el cambio, y las promesas electorales si se cumplen nos sacaría de la quiebra en que estábamos metidos; pero ni los rezos de los creyentes, ni las magias de las supersticiosas han conseguido que la arena política en España cambie, seguimos con más de lo mismo, se cubren las espaldas unos a otros. Y una vez mas los afectados son los trabajadores y las familias mas humildes.

Seguimos con los caminos marginales, no solo mantenemos seis millones de parados, sino que la hambruna anda por las calles como una maldad del maligno, mientras la casta política pierde el tiempo buscando soluciones que no encuentra; porque la solución esta en suprimir el exceso de administraciones creadas, sobran diecisiete gobierno autonómicos y muchísimos políticos y cargos de confianza, sobran, asociaciones y fundaciones como empresas publicas, que no recortan porque si lo hacen se recortarían a ellos mismos sus privilegios y no están dispuestos a sacrificar lo que tanto les a costado conseguir. Si la Sociedad Civil no se mentaliza y apoya a la SCD o a Ciudadanos que son los que están demostrando sensatez y están demostrando algún interés por el futuro de España y no por su ego personal, encomendémonos a Dios, a pesar de que estemos dispuesto a negar de que existe, dado que el sistema político que nos gobierna nos lleva a la ruina de una gran Nación que se llama España.
Málaga 12 de abril del 2013
Antonio Hurtado Moya