Estamos padeciendo una transición
encubierta, con falsas promesas e
ilusiones incumplidas, amparada en una Constitución hecha a medida de unos
pocos y no responde a la mayoría de la Sociedad Española ni andaluza.
La burocracia
creciente, acabara por poner barricas y separar a la sociedad de la situación real
y estado anímico del pueblo Español. Los altos cargos y responsables están perdiendo
contacto con la realidad.
Semejante disfunción en
la administración del Estado y de los Gobiernos Autonómicos no debe caer en
olvido, cada día que pasa es mas grave la situación y la crisis. La comunicación
y el funcionamiento del sistema político, quiebra con el tiempo, por su especial
característica, la visión singular de los que pretenden seguir en el poder, a
pesar de ser los causantes y los que nos han conducido a esta crisis, moral, económica
y política.
En cambio llamar la atención
sobre el estudio de un nuevo proyecto, conduce a escandalizar y rasgarse las
vestiduras de parte de la sociedad y de la clase política, sin dar la
oportunidad de un posible y necesario cambio del sistema, a demostrar si se
triunfa o no. De que otras formas de gobernar pueden ser mejores.
En cualquier caso, el análisis
del proceso, el que cristaliza una nueva estabilidad constituye un fenómeno de
cambio social y político. Un cambio de personal gobernante de las sucesivas
alternativas en una crisis política, como estamos padeciendo, ofrece un campo
fértil para una nueva salida honrada ilustrativa a la eclosión de un nuevo
proyecto, al calor de los acontecimientos de corrupción y excesos gobiernos de
Taifas, que nos están hundiendo.
Unos de los aspectos más
notables en la vida política son el control social y su estabilidad política y
por otro lado un excesivo funcionalismo que nos priva de capacidad creativa a
las clases dominadas, sujetas a ese control social por parte de las centrales
sindicales, sin escrúpulos
.
España necesita, un
cambio serio, una nueva transición pactada por la sociedad, y conseguir una
reforma en la Constitución que nos permita: quitar los gobiernos autonómicos,
el exceso de empresas públicas, el exceso de cargos de confianza, la reducción de
políticos y sindicalistas, la reducción de organismos duplicados, la reforma
del senado, como suprimir la inmunidad de los cargos públicos.
Esto será duro y
doloroso, porque serán muchos los que se quedaran fueran de este mundo de
vividores. Pero como un enfermo con gangrena sabe que al entrar en el quirófano
se expone a perder uno de los miembros, sale contento porque se le presenta la ocasión
de una nueva vida. Es lo que necesita España. Andalucía, Cataluña y otras
regiones, y si no se hace terminaremos en el estercolero donde van la carroña
de los animales. En Andalucía confiamos en esta fuerza política que encabeza
Ciudadanos, esperemos que juntos podamos ver el claro después de la tormenta.
Málaga 13 de marzo del
2014