No podemos olvidar la actual situación
que vive la juventud, por culpa del Sistema Político, que están viviendo;
porque aunque la democracia es aceptada por los jóvenes de nuestra Sociedad
Española, la clase política que el partido en el gobierno está imponiendo, es
rechazada. No les muestra ningún camino que le asegure un futuro. Es decir,
tenemos más de lo mismo, los depositarios del futuro no encuentran una sintonía
entre los mensajes que plantean para solucionar los problemas, que tenemos en España,
ni en corto ni a largo plazo, los ejecutores de tales compromisos, están
utilizando unos estilos y unos hábitos, caducos para una sociedad democrática y
avanzada.
Esto es así, la juventud es el sector de la sociedad Española, que más rechaza la prepotencia en las actitudes políticas, las amenazas y la crispación, la corrupción o la sospecha de que ésta puede existir cuando se alcanza el poder, un poder mal dirigido. Un poder totalitario con continuas prohibiciones, y severas limitaciones, que cada vez nos limitan más la libertad; a mí me recuerda y me acerca a la época de la dictadura, que todo eran limitaciones, todo era prohibiciones, y no se podía hacer nada, solo lo que el gobierno quería imponer.
La mayor parte de los planteamientos políticos y cambios sociales han partido de un ideal para movilizar a las masas y conseguir sus objetivos. Los desarrollos políticos en España recientes, se han movido más en el terreno de pragmatismo que en el de los ideales, y han tratado de contentar a las fuerzas dominantes de la sociedad y una parte de las masas con lo más obvio e inmediato; las satisfacciones materiales. Se protege al poder, y se abandona al trabajador, al empresario a la ama de casa, se inyecta dinero a los bancos y cajas para que no pierdan dinero sus grandes accionista; y se les niega, las ayudas a los jóvenes, a las familias.
La cotidiana queja de los políticos ,entre la juventud y de una parte muy importante de ciudadanos, es porque se sienten engañados, utilizados y manipulados; siendo la razón del porque se alejan de ellos, y no quieran saber nada de los políticos, sus actuaciones no coinciden con los resultados, pues o bien practican un doble lenguaje o bien éste es ininteligible; en el fondo esa falta de entendimiento entre la Sociedad y la clase política obedece a la falta de principios éticos de la política o a su insinceridad de fondo.
Muchos podrán tachar de ingenuo el planteamiento de llevar la ética a la política, o de formular y proponer políticas éticamente correctas cuando esos criterios éticos pueden no ser mayoritariamente sentidos como deseables por muchos españoles, en España los políticos van por un lado, y los intereses de los españoles va por otro; en cuanto se enfrentan con sus intereses materiales.
Los que así piensan se olvidad de que vivimos en un mundo cambiante, donde los
valores morales pueden estar emergiendo de nuevo con fuerza, porque el pueblo
se está dando cuenta que la falta de moral cristiana, humana, nos está
perjudicando, está favoreciendo tan solo a los corruptos, a los trepas, a los
explotadores y fanáticos; aparte de que al político también le corresponde un
papel de dirección y de propuestas de mejora de la sociedad. No solo en lo que
se refiere a lo financiero o económico, también en gran parte, en la educación,
en la moral y en la libertad religiosa.
Ahora bien, la oferta política que puede devolver la claridad al horizonte
político español y al ciudadano su confianza en sí mismo; es el proyecto
político de Cs, en esta época que estamos pasando, tiene un papel muy
importante; puede hacer llegar a sus entrañas el germen de la ilusión y puede
ser una clase política con la sincracia como para hacer recuperar la fe, al
electorado, hábil quizá para restar votos a los demás, pero conseguirá recoger
las aspiraciones populares auténticas y de integrar a la mayoría de la sociedad
española en una ilusión de progreso, y
un futuro esperanzador para la juventud.
Hay que comprometerse con el pueblo y recoger en el programa las aspiraciones y los intereses de España, de sus pueblos de sus gentes, solo así podemos convertirnos en alternativa política avalada por el pueblo y con capacidad para gobernar con honradez con claridad y conseguir un futuro esperanzador para nuestros jóvenes.
No podemos permitir que el fanatismo de unos pocos, las ambiciones personales de otros y el afán de conservar un asiento en el poder de muchos, nos lleve a una rotura de un régimen democrático; hay que dejar entrar savia nueva, renovar los cargos y puestos político, hay que democratizar los partidos para que los españoles elijan libremente sus gestores, no se nos puede imponer: a “Pepe, Juan y Antonio”. España tiene, hombres y mujeres muy bien preparados, para sacar adelante un proyecto político que ponga a esta Nación en su sitio, donde tiene que estar, donde le pertenece estar, entre las más grandes.
Os aseguro que si empezamos todos
poniendo nuestro esfuerzo en apoyar a Cs, como una alternativa política clara,
limpia y honesta, sin amarres, sin compromisos con nadie, capaz de suscitar la
adhesión de la mayor parte del electorado, seremos capaces de hacer un futuro
donde viviremos los españoles, con esa paz, justicia y libertad que tanto
deseamos y necesitamos para nuestros ciudadanos. Para nuestros hijos, para los
emigrantes y para todos los inversores que quieran venir a nuestra tierra.
Málaga 04 de Junio del 2015
Antonio Hurtado moya