Pretendo
reflexionar sobre el tema de la grave situación y la violencia que vivimos en Andalucía,
para tratar de extraer algunas pautas de actuaciones políticas que a los
andaluces nos impiden vivir en paz.
La
desesperación y violencia afecta a toda
la vida social andaluza. La economía está sufriendo una gravísima situación, la
dignidad, la moral y las familias han caído de una forma espectacular. El nivel
de inversiones, carece de movimiento, lo que imposibilita la necesaria
reorientación industrial, llevando al cierre todas clases de negocios empresas
e industrias.
La
política se ve también perturbada por la presencia de factores ajenos a la
convivencia democrática, y la propia vida cotidiana del andaluz se desenvuelve
en un clima enfermizo en el que es imposible sustraerse de los efectos directos
o indirectos de la gravísima situación producida por el paro, y de una evidente
crisis social y de valores.
Hacer
un estudio que se limite al análisis de las manifestaciones y no entre a
considerar las causas de la violencia puede llevarnos a conclusiones y a
soluciones erróneas. Por ello en un proyecto y un programa de Centro, hay que
estudiar a fondo y tener algunas consideraciones sobre la propia violencia en Andalucía,
para trazar los límites de este proceso.
Para
ello hay que elegir un lenguaje directo y sencillo, sacrificando el rigor
académico en aras de atajar razonamiento y alcanzar conclusiones prácticas. La
oferta electoral de Cs, debe de
presentar una línea de pensamientos y de definiciones programáticas que faciliten el consenso y el pacto político
entre todos los grupos de Centro, para superar los principales problemas de la
Sociedad Andaluza.
A
ello ayudara la juventud y el vigor de todos los grupos de Centro, su espíritu
progresista, humano, sin radicalismos democráticos, con una fuerte sensibilidad
Social y su profundo inquietud de servicio y humanismo, es lo que nos ayudara a
conseguir mejorar nuestra situación en Andalucía.
Málaga
22 de agosto del 2015
Antonio
Hurtado Moya