CONSEGUIR LA CREDIBILIDAD

El CDS en Andalucía empezó a crece y se implanta, llega a celebrarse un Congreso, reducido, pero un congreso; y esto no puede dejar de ser motivo de satisfacción para un hombre como yo, que desde joven milito en la UCD, y lleva ya algunos años en la política y en el CDS, al que ha dedicado una buena parte de su vida y de sus momentos de ocio.

Por lo que respeta a la desaparición del CDS, no quiero cansaros, es de todos conocidos. Se esparcieron todos los afiliados y empezaron a surgir nuevos partidos con sigla nueva, pero queriendo explotar el proyecto de Centro; como también es de sobra conocido, fue un fracaso, a pesar de lo que se cuente no consiguen salir del primer escalón.

Surge la fundación del SCD, presidida por Don Daniel Movilla Cid, y fundado por Don Mariano Conde Conde. Me da mucho que pensar, primero por la edad, y mi situación no es la de hace unos pocos años, pero; dos fueron las razones que me impulsaron a replantearme si decido incorporarme a la nueva formación: el SCD, desconozco todavía si responderá a lo que yo entendía como tenía que ser un partido político de Centro y, la otra sobre todo, porque la persona que a sido elegido en su primer Congreso como Presidente y portavoz, a sido Don Mariano Conde Conde, a pesar del respeto que le proceso no se si representara la verdadera opción de Centro, fundada por Don Adolfo Suarez.

¿Seguiría el proyecto político del Centro? o abandonara la idea de fundirse con los grupos políticos creados de Centro, para crear uno nuevo, el SCD, una ilusión de muchos Andaluces y Españoles, pero una duda y desconfianza de lo que pueda pasar. Yo siempre que se presenta la ocasión explico una anécdota del año 1984, cuando Suarez hizo una visita a Andalucía, y fue cuando quede boquiabierto ante el carisma político, la profesionalidad, con la humanidad y el respeto que atendía y escuchaba a todo aquel que se le ha cercaba a darle su opinión, algunos le insultaban, y el respondía con una sonrisa y nos decía “tiene derecho a tener su opinión”.

Un hombre que habiendo disfrutado de las máximas responsabilidades políticas, era capaz de ir por las carreteras de Andalucía en un Sea 132, destartalado, que yo conducía. Y sacrificarse en unas reuniones con no más de treinta personas la que más, transmitiendo ilusión y desbordando vitalidad. Es lo que echo de menos en estos momentos. No es necesario decir que Don Mariano Conde, no reúne méritos profesionales, personales, empresariales y humanos como para merecer el respeto y el apoyo a su proyecto. Pero también sabemos que acumula un montón de odio y envidia de muchos de sus rivales políticos, que una vez, lo derrumbaron a pesar del poder que tenia y lo intentaran de nuevo, si no se le respalda y apoya, la Sociedad Civil Democrática.

Es necesario que personas como nosotros compartiéramos la misma ilusión y siguiéramos en lo que se dio en llamar “travesía del desierto”. Y es así luchando contra corriente, tenemos que saber trabajar, unidos y teniendo confianza y siendo tolerantes con las personas que creen en este nuevo proyecto político, para que al final el SCD, sea la alternativa en Andalucía. Y en toda España. Tenemos que disfrutar de la satisfacción ante los frutos de años de dedicación viendo como poco a poco todas nuestras ilusiones y las de nuestro Ciudadanos, se han convertido en realidad. El balance que yo haría del SCD en el actual mapa político, estando tan cerca la elecciones en la Autonomía de Galicia, País Vasco y Cataluña, es que este partido nace con una fuerza política decisiva en muchas zonas de España, lo que nos permitirá demostrar nuestra manera de trabajar políticamente, democráticamente y radiando libertad por todos los costados, consiguiendo así la credibilidad y la confianza de muchos ciudadanos de Toda la Madre Patria, España, mas unida que nunca. A partir de aquí, hemos de saber ofrecer a los Españoles, a todos los ciudadanos, a toda la Sociedad Civil, la información y la posibilidad de optar por una verdadera alternativa de Centro Progresista viable a cualquier nivel de Gobierno.

Málaga 12 de Octubre del 2012

Antonio Hurtado Moya