Tenemos que ser capaces de atraer las
simpatías y el compromiso solidario de muchos ciudadanos, que prefieren actuar
en política como movimiento social, antes que el encuadramiento en partidos
políticos u otras organizaciones de corte clásico. La mentalidad abierta y la
ausencia de dogmatismos, son necesarios no solo para entender la realidad, sino
para comprender también que puede ser entendida por diversos sujetos de formas
diferentes.
Málaga 06 de Febrero del 2013
Antonio Hurtado Moya
El Nuevo Proyecto de SCD, establece un nuevo
espacio político o un nuevo discurso que rompe con los tópicos, formulas y
dogmas del lenguaje ideológico. Establecerse en el espacio que propone la SCD,
significa reconsiderar y definir todos los conceptos básicos, meta políticos,
sobre los que se asienta la vida política. La doctrina que así se produce se
muestra cargada de un nuevo sentido que posibilita la regeneración democrática
a la que toda la gente aspira. Es ahí donde debe encontrarse el consenso básico
que defina el nuevo espacio político y que posibilite nuevos avances y nuevas
conquistas para la vida política en España.
Y el elemento básico de ese consenso
está en la dignidad de los individuos. La apertura del pensamiento político a
la realidad reclama un notorio esfuerzo de transmisión de clarificación, de
matización, de información, un esfuerzo que puede calificarse de autentico
ejercicio de pedagogía política. Desde el Proyecto de SCD, la clave del éxito
estará en la capacidad de conexión con el sentir social y en la capacidad para
dar una respuesta política a las aspiraciones de la sociedad; por eso puede
decirse que en una sociedad equilibrada y políticamente madura quien ocupa este
espacio en la arena política, gana las elecciones.
Porque ocuparlo no quiere decir otra
cosa que ser capaz de respetar la mayoría, pero no simplemente la mayoría, sino
una mayoría constituida en la representatividad que conforman todos los
sectores sociales. La mentalidad abierta, la ausencia de dogmatismos, es
necesaria no solo para comprender la realidad, sino para comprender también que
puede ser entendida por diversos sujetos de formas diversas, y que esas
diversas aproximaciones forman también parte de la realidad. “Sentido humano”:
El proyecto de SCD, es una Fuerza política distinta a la que nos tienen
acostumbrados, que, cree y confía, en la capacidad del ser humano para
organizar la sociedad en la que vive conjuntamente con sus allegados, con
responsabilidad, y en bien de todos, y no tan solo de una minoría dominadora y
corrompida.
Siempre situaremos al ciudadano, como
ser humano, en el centro de nuestra acción y nuestras propuestas. “Equilibrio” La
fuerza con que se presenta la SCD, es un proyecto político que es equilibrado
ya que contempla al conjunto de la sociedad, de modo que su política debe intentar
dar una respuesta individualizada a las aspiraciones, necesidades y
responsabilidades de cada uno de los ciudadanos, contemplando al mismo tiempo
los intereses de todos los sectores sociales, sin exclusión, y sin privilegiar
a un sector de la sociedad en particular.
Las políticas del Proyecto de SCD, son
políticas de resultados. Este sentido práctico obliga a orientarse a la
realidad, y constituye una ayuda para la superación de los prejuicios
ideológicos. Cuando el sentido práctico se desvincula del proyecto, de los
objetivos políticos de largo alcance, se cae en el pragmatismo y en la
tecnocracia. En ese caso el reformismo perdería su sentido autentico. La
eficiencia significa buscar resultados efectivos, con el mínimo costo y
significa también rigor en el discurso. Las prestaciones del Estado nunca
pueden tener la consideración de dadivas mecánicas, más bien el Estado debe
propiciar con sus prestaciones el desarrollo, la manifestación, el afloramiento
de las energías y capacidades que se ven escondidas en esos amplios sectores
Sociales.
La política del Proyecto de SCD, se
configura también como un punto de encuentro entre la actuación política y las
aspiraciones de la gente. Los regímenes democráticos son régimen de opinión.
Los valores de transparencia, pluralidad e independencia informativa son
componentes estructurales de una autentica política clara y limpia, sin engaños
ni falsas promesa al ciudadano. La madurez democrática de una sociedad, pasa
necesariamente por la riqueza y pluralidad informativa. Desde el Proyecto de SCD,
concebimos las ideas como instrumentos para una mejor comprensión de nuestra
propia realidad. Y nos une una sola idea el progreso del ser humano, el respeto
y la Democracia.
Málaga 06 de Febrero del 2013
Antonio Hurtado Moya