"ACOSTUMBRAMIENTO"



Uno de los peligros más grandes que nos acechan en nuestra Andalucía es el "acostumbramiento". Nos vamos acostumbrando tanto a la vida fácil, cómoda y a otros peores, que ya nada nos asombra; ni lo bueno para dar gracias, ni lo malo para entristecernos verdaderamente. No limitamos a culpar a otros de nuestras desgracias, y me causa asombro y perplejidad preguntarle a un conocido como estaba y que me respondiera: "mal pero acostumbrado mientras no nos falte la paguita"

Nos acostumbramos a levantarnos cada día, esperando que sean otros los que se preocupen de nuestro futuro, como si no pudiera ser de otra manera, nos acostumbramos a la violencia como algo, necesario, cuando todos sabemos que hablando se entiende la gente; escuchamos las noticias sabiendo que lo que nos cuentan es  mentira, y todo es un montaje de los medios; nos acostumbramos al paisaje habitual de pobreza y de la miseria caminando por las calles de nuestra ciudad, sin ponerle remedio, tan solo culpando a otros.

Nos acostumbramos a ver, los chicos y las mujeres en las noches por la calles del centro cargando lo que otros tiran. Nos acostumbramos a vivir en una ciudad paganizada en la que los chicos no saben rezar ni hacer la señal de la cruz, pero si saben ponerse un preservativo y masturbarse. El acostumbramiento nos anestesia el corazón, no hay capacidad para ese
Asombro que nos renueva en la esperanza, no hay lugar para el reconocimiento del mal y poder para luchar contra él. Porque es una tontería de los curas y de la Iglesia, y como somos un pueblo de izquierdas no nos balen los consejos de la Iglesia.

Nos acostumbramos, a no importarnos en saber donde están nuestras hijas, a las tantas de la madrugada, porque cuando éramos pequeños a las nueve de la noche había que estar en casa. Nos acostumbramos a que nuestras hijas aborten, porque es una carga criar a un nieto, pero no lo es criar a una mascota, sea perro, gato, hurón, o loro. Nos limitamos a vivir y a saber si nuestro equipo de futbol pasa a primera, pero no nos preocupamos en saber que hacen nuestro menores, a pesar de que algunos estén paseándose en los grandes almacenes, ofreciendo sexo anal a cambio de comida, pero no nos preocupamos en Andalucía todo va de maravilla, nunca hemos vivido como ahora, somos felices con lo que tenemos, ya estamos acostumbrados. ¿Por qué nos vamos a preocupar por quien tenemos que votar, si al final es lo mismo?
Málaga 18 de abril del 2014
Antonio Hurtado Moya