SON LAS LAGRIMAS DE DIOS


El Padre Celestial, aquí en Andalucía, en España sobrevive y sufre: Las lágrimas de los más de seis millones de familias  parados y de los miles de empresarios autónomos, quebrados, son sus lágrimas; Él ha querido identificarse totalmente con ellos. Y las lágrimas derramadas por todos los que pasan hambre, por los inocentes que se les asesina antes de nacer, son lágrimas de Dios. Dios llora en todos los afligidos, en todos los que sufren esta desgraciada crisis, en todos los que lloran y sufren en esta nuestra Andalucía en toda España.

Dios es incompresible. Esta presente a la cabecera de la humanidad enferma, de las familias sin medios para vivir, en los ancianos abandonados, en los niños que sufren la violencia y el abandono; nos palpa con suma delicadeza, las heridas dolorosas. Porque no puede odiar nada de lo que El mismo ha creado, no puede despreciar nada de cuanto es obra de sus propias manos. Por eso, en silencio de la noche, cuando los hombres duermen y solamente las mudas estrellas son testigo continuamente de esta Andalucía, de esta España nuestra que se va astillando, rompiendo en pedazos.

El no ha querido el mal, pero tampoco lo impide. Pues no quiere destruir el sumo bien de la libertad humana. Sereno, como un niño, que juega en la orilla, deja correr arroyos de dolor a través de la palma de su mano, hasta que se convierten en lágrimas de remordimiento de los verdugos y estos se convierten en humanos. Dios bendice el odio estéril y la diabólica ansia de destrucción de los tiranos, de la izquierda, de los republicanos, del separatista y de los perseguidores de la Santa Iglesia, que están creciendo como las malas yerbas.

Pero Dios va más lejos y corona mártires y santos, víctimas de la violencia bruta y de los atropellos. Producidos por gobiernos de izquierda, fanáticos de otras religiones, marginales, injustos, totalitarios inhumanos que dominados por la soberbia, la corrupción y  la ambición de poder hacen tanto daño al pueblo, trabajador humilde y humano como hay en Andalucía y en toda España.

Por otra parte, Dios se vuelve con todo su poder contra los desalmados destructores de la justicia y la libertad, a quienes abusando del poder que les dan las urnas, tienen sometido a todo un pueblo, privándoles de la libertad, la dignidad, la moralidad y el respeto, la justicia, ganado con el sudor de su frente, y mucha sangre derramada, en épocas que creíamos olvidadas.

Dios renueva la paz de nuestra tierra, como un compasivo medico, está a la cabecera de la humanidad doliente. Dara fuerzas a los miembros de tantas instituciones desfiguradas por estas necias criaturas. Y cuando las urnas recojan los votos, acariciados por tantos ciudadanos deseosos de recuperar la paz, el trabajo, la justicia, la dignidad y la libertad perdida. Gritaremos con alegría, he aquí que yo con mi voto renuevo todas las cosas de mi Andalucía de mi España, un pueblo de Dios, seca tus lágrimas y goza de alegría viendo como de nuevo, recuperamos la Fe, y empieza a crecer el respeto humano. Por eso nos pide, cumplir, votar sabiendo a quien votar para que la alegría llegue a los hogares de Andalucía y de toda España.
Málaga 09 de Mayo del 2014
Antonio Hurtado Moya