He
dedicado mucho tiempo a combatir toda actitud de inhibición e indeferencia ante
la problemática de los Funcionarios o Empleados públicos. Hoy he de añadir que
la realidad de los hechos confirma, en todo caso, esas ideas que yo exponía.
No conozco un solo caso en los
periodos que el PSOE, estuvo al frente
del Gobierno, ni en el periodo que el Gobierno ha estado en manos del PP, en
que el cambio de Altos Cargos, no haya producido mutación en los mandos
intermedios y en personal de menor nivel.
Solo
que en esos periodos de años anteriores, ha pasado sencillamente, que las
Jefaturas se han mudado de despacho o de sitio. Y ese trueque, que es en
algunos casos es accidental ha bastado para trocar en el organismo, no ya solo
la organización si no hasta las ideas, los modos y las costumbres.
Actualmente,
se anda de otro modo por los corredores y las naves de los Organismos, en
Madrid, como. En los periféricos; Los Jefes de Sección, ni se sientan en los
despachos, esperan de pie la famosa frase “Le tengo que cesar, me están
presionando” esta trascendencia de la
forma de gobernar, cuyas mutaciones sacuden todos los organismos podrán negar
las Autoridades Políticas, los Altos cargos y las Centrales Sindicales, que se están
realizando, pero por encima de sus doctrinas algo funciona mal en el sistema.
En
esos pequeños desahogos instintivos, el Funcionario o Empleado publico, presentía
que todo esto estaba hirviendo, “como espuma de champan”. Al quitarse de en
medio los mandos intermedios, se sentían
liberados; como vamos a negar que un
mero cambio basta para dar tantos ceses injustos y sin razón que los
justificara.
Pero
ahora caigo, querido amigo, que con todas esas consideraciones he avanzado en
mi camino algo mas de lo que de momento me proponía, pues no solo te he
mostrado la trascendencia de las formas de Gobierno, al hacerte ver todo lo que
su cambio trae consigo, sino que, sin querer, he empezado ya a valorar y
calificar en concreto dichas formas, mostrándote el descenso de profesionalidad
y un desate de rebeldías en los nuevos cargos. El haber ganado unas oposiciones
ya no importa, ni se tiene en cuenta.
No
es posible combatir la indiferencia entre dos términos sin mostrar preferencia
por uno de ellos y ¿Cual es la verdad que explica y justifica esta postura? El
argumento espontáneo, el cimiento de tanto café; han turbado la conciencia de
muchos compañeros, pregunto: ¿Esté es realmente el cambio más “natural” que una
administración esperaba? Un grupo de
funcionarios que dicen ser de un determinado sindicato, sean los que designen
los que han de ocupar las Delegaciones Provinciales de un Ministerio.
He
aquí, el argumento primario. En ese argumento se ha pronunciado la terrible
palabra equivocada y de doble filo, de donde arranca toda la discrepancia. Todo
el juego libre de los instintos humanos, termina en una indeterminación
relativa que necesita, para orientarse, la regulación de la razón. A estas
ventajas de largos años de experiencia especializada, el Funcionario en el
servicio, no es actitud pasajera enmarcada en horas de oficina, sino una
profesionalidad real y vital unida a todos sus actos.
Este
cambiante grupo de Jefes de Negociados, de los que las nueve décimas partes no sabían
una palabra de su responsabilidad antes de aplicarse a el, la elección es error
y mentira en si misma, en su propia sustancia, luego las trampas y
falseamientos que se le adhieren en sus practicas son, si acaso, lujo de nuevas
mentiras.
El
que subió a la suprema jefatura de un organismo, con una etiqueta de partido y
que inevitablemente se vera coaccionado por las gratitudes de ayer y por las
esperanzas del mañana. Yo no niego que puedan existir hombres tan raros y
excepcionales que se sobrepongan a estas humanisimas coacciones. Pero no es lo
peor esta incongruencia de cimentar sobre una base de pasión y partidismo; lo
peor es que cuando el sistema, cae en un vicio mas funesto, que es el buscar un
sucedáneo a la imparcialidad por la inocuidad. Surgen el ser inofensivo dotado
de un cierto hermafroditismo político entre izquierdas y derechas, que con una carga de cualidades mediocres
pretenden sustituir la angustia profesional de un buen funcionario.
Todo
oficio exige la sabiduría de la experiencia y ¿No la necesitara el más
complicado de todos?, ¿Exigimos cursos de practicas para Ingenieros,
experiencia de pasante para el abogado. Solo al que ha de mandarlos a todos en
el complicado oficio, estamos dispuestos a entregarlo a los ciegos azares de la
improvisación.
Esa
limpieza de intenciones que da, la seguridad y la estabilidad de poder, esa
ausencia de turbias tentaciones que pueden llevar a la Dirección por caminos de
exhibiciones, a despachos de solidez, al despilfarro, la vistosidad el éxito fácil. “Jamás los inquilinos cuidan
la casa como los propietarios” No es lo mismo actuar para siempre que actuar
para un plazo corto y perentorio. Un Director General, sabe que la
responsabilidad del poder se acaba para él, dentro de unos cuantos años, y sabe
que las cosas se enredan pero también sabe que puede librarse de ella, en
veinticuatro horas por el cómodo e
inmoralisimo expediente de una dimisión.
De
hecho es muy corriente que los grandes hombres del organismo, que ha acusado en
sus largos años una personalidad fuerte, no logren la suprema jefatura y si la
logran no tengan éxito en ella ni terminen su mandato por una sola razón. “No tienen
la etiqueta del partido”. Cs no exigirá
carnet del partido. Ejercerá Justicia, libertad y respeto a los profesionales
de la Administración.
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Málaga
8 de octubre del 2015
Antonio
Hurtado Moya